Vuelvo al punto de partida, me da por mirar atrás y veo que no es tan facil como los demás me lo pintan, y de repente, entre toda la gente aparece el, esa persona que me marcó mas que nadie en la vida, esa persona de la que tengo que escapar, esa persona de la que me dicen que debo olvidarme, esa persona con la que he compartido tres de las cuatro estaciones de un año, esa persona a la que amo mas que a nada en todo el universo, esa personita que para mi puede llegar a ser un mundo, porque simplemente, yo no la cambiaría por nada en ninguna parte de ningún lado, porque cambiarla significaría dar mis ganas, mi felicidad, mi todo..
Y llega el día en el que me da por pensar, y me doy cuenta de que lo tengo tan metido en mi, que ya ni tengo ganas de sacarlo, porque ya con el simple echo de intentarlo me duele.
De todo eso saqué una conclusión, la cual era: No quiero, no puedo, ni voy a intentar sacarlo de mi, porque simplemente, no me da la gana.
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